En este irónico comentario sobre las performances que relacionan disciplinas como la música y el deporte con la expresión conductual de la masculinidad, David Crespo muestra varias grabaciones de grupos violentos de hooligans invadiendo campos de baseball y como contrapunto, cura u oposición a su agresividad, se sirve de la imagen de los Village People. El artista baila con un casco de albañil, un tocado de indio, un sombrero de policía, rasgos distintivos del icónico grupo, que combina con la máscara de la película V de Vendetta, confeccionando su particular uniforme para la revolución.